La serie de una veintena de cerámicas de Gustavo Pérez que presentamos corresponde a la producción más reciente del artista, caracterizada por un regreso a su técnica más representativa. Las formas de los vasos son bastante básicas, unos cilindros torneados, de mayor o menor altura. La maestría del artista reside en el tratamiento de la superficie, mediante un sabio juego de incisiones en el barro, que resaltan del color del gres gracias a la aplicación de esmaltes oscuros.
Esta última serie aparece como la síntesis de sus casi cincuenta años de oficio, así como la reafirmación de su expresión inicial con el barro. Gustavo Pérez ha sabido elaborar un lenguaje propio, tan singular que podría reconocerse entre miles.
«Esta exposición, la tercera en la Galería Artur Ramon —y con el placer de estar aquí de nuevo para mostrar mi trabajo a los muchos amigos de Barcelona—, consiste fundamentalmente en veinte piezas de mi producción más reciente. Hay en ellas una vuelta, una recuperación, un reencuentro con la técnica más característica de mi obra, con el tipo de piezas que me abrieron tantas puertas en el medio internacional de la cerámica hace ya casi treinta años. Piezas en las que la forma es un soporte muy clásico, simples vasijas cilíndricas torneadas. Lo que las caracteriza es el tratamiento de la superficie, con diseños grabados a navaja, incisiones y cortes apoyados en una geometría personal. El resultado es esta nueva serie que, tras muchos años de investigación en varias direcciones, radicalmente diferentes, constituye al mismo tiempo una reafirmación de mi lenguaje con el barro, y quizás también una síntesis de todo lo desarrollado a lo largo de mis casi cincuenta años de ceramista.”
Gustavo Pérez
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