El mundo entero es un teatroComisariada por José A. Aristizábal

17 marzo de 2022 / 06 mayo de 2022

La magia del teatro, presente en el vestuario, la iconografía, el carácter de los personajes y las escenas, en esta exposición asume una nueva realidad a través del mundo iconográfico y del objeto. Un viaje de ida y vuelta en el que la representación teatral ha sido la fuente creativa de ciertas imágenes, y éstas, a su vez, han inspirado soluciones escénicas.

Entre las artes plásticas y el teatro hay distintas maneras de entablar vínculos. La más evidente es detenerse en los decorados y escenografías de reconocidos artistas: Pablo Picasso en sus obras para los Ballets Russes, Joan Miró en los decorados y el vestuario para la compañía Diaghilev, u Oskar Schlemmer en los vestuarios que realizó para del Ballet Triádico, siendo director del departamento de teatro de la Bauhaus. Pero ¿qué pasaría si en vez de explorar la influencia del arte en el teatro nos fijamos en la que el teatro ha ejercido en el arte?

El mundo entero es un teatro incluye obras de reconocidos artistas en una extensa línea de tiempo que se remonta a los siglos XVIII y XIX con Giovanni Battista Piranesi, Mariano Benlliure, Eugenio Lucas Velázquez o Ricard Urgell; y más recientemente al siglo XX con Nicolau Raurich, Joan Ponç, Modest Cuixart, Mariano Andreu, Antoni Clavé, entre otros. El interés de la propuesta radica en reconocer cómo el artista, consciente o no, se ha valido de elementos teatrales para realizar su obra, para encontrar su propia voz, lo que nos ha llevado inevitablemente a encontrar una nueva lectura de algunas piezas. Así mismo, esta exposición abarca lenguajes diferentes: pintura, escultura, grabado, fotografía y objetos –como las máscaras del teatro noh de Japón– y se organiza a partir de tres ejes temáticos: vestuarios, caracterizaciones y escenografías. La selección cuenta también con obras realizadas como parte de proyectos teatrales: dibujos, planos específicos para su puesta en escena, bocetos de escenografías y vestuarios que además de su valor artístico, destacan por su contenido histórico-documental.

«Para nosotros, simples espectadores, a los que a veces el mismo mundo se nos presenta como un teatro, es preciso descubrir que detrás del tema siempre hay una manera de ver, una intención dramática, narrativa, creativa, un objeto del arte.»
José A. Aristizábal, comisario de la muestra