El pasado jueves 17 disfrutamos de la tercera edición de la actividad “Cómo mirar un cuadro” con la presentación, de manos del propio Artur Ramon, de la obra de Ricard Canals “La cría”. Esta pieza clave dentro de la Exposición “La Edad de Oro de la pintura catalana” fue analizada en compañía de Montserrat Pérez, estudiosa sobre “La Colla del Safrà” (el Grupo del Azafrán) de la que está preparando su tesis doctoral, que fue el conjunto de artistas al que pertenecía Canals en la época en que pintó el cuadro que nos ocupa. Por último, también tuvimos el placer de contar con la presencia de Jaume Socias, un crítico de arte que ha dedicado gran parte de su vida al estudio de Canals publicando la mejor monografía que existe sobre el artista.
Esta obra llega a nuestra galería después de que recibiésemos una llamada para valorar una colección particular en Barcelona. Su propietaria había adquirido el cuadro en la posguerra. Se trataba de una señora que había ejercido de modelo para el pintor Joan Llimona y el escultor Josep Llimona y que, gracias a las buenas relaciones que mantenía con diversas personas de los círculos artísticos de la época, fue conformando su propia colección artística. Cabe decir que, con anterioridad a esta compra, el cuadro había pertenecido a Alexander Riera, que se hizo con él en la exposición sobre Canals de 1933, dos años después de la muerte del artista.
Por todo ello esta obra, que llevaba 80 años sin ser mostrada en público, es todo un redescubrimiento en el que el ejercicio de restauración realizado por el equipo de Artur Ramon Art nos permite admirarla en todo su esplendor. De hecho, “La Cría” es un cuadro que alberga tanta riqueza en sí mismo, en su historia y en lo que representa, que podría constituir toda una exposición por si solo.
¿Cuándo pinta el cuadro “La Cría” Ricard Canals?
“La Cría” se pinta en 1896, en un contexto histórico de gran agitación social y política. Es el momento de máximo apogeo del terrorismo anarquista, justo cuatro años antes del atentado bomba en el Liceo. Por ello se ha de entender que es una época en la que se vivía con mucho miedo e inseguridad.
Estos tiempos corresponden también a la formación de la Colla del Safrà o Colla de Sant Martí, integrada, además de por Canals, por Isidre Nonell, Joaquim Mir, Ramon Pichot, Juli Vallmitjana y Adrià Gual. La Colla del Safrà es un grupo de artistas muy jóvenes que imitan a Rusiñol y Casas, que en aquellos momentos estaban en París. El estilo de su obra es de tipo impresionista, centrando la temática de sus cuadros en ambientes suburbiales e imágenes de pobres en primer plano.
En 1894 participan en la Exposición de Belles Arts y en 1896 en la exposición de la Sala Parés. En ésta última todos sus cuadros son colocados en el mismo espacio y, gracias al tratamiento de la luz común en todos los lienzos, el resultado fue conseguir una luminosidad en la sala que puede haber dado origen al nombre del grupo. Raimon Casellas, relevante crítico de arte de la época, declaró que estas obras de la exposición destacaban precisamente por el naturalismo y por ese tratamiento de la luz.
En la exposición de la Sala Parés Ricard Canals presenta dos obras, usando el nombre de su hermano para poder hacerlo ya que sólo se permitía una pieza por participante. El precio que le pone a “La cría” es de 1500 pesetas y a su otro cuadro, que es un paisaje del Barrio de Sant Martí, 300 pesetas. Ahí ya podemos intuir el valor que el propio artista daba al lienzo de nuestra exposición.
En esos años Canals se estaba escribiendo con Durand-Ruel, que en aquel momento es el gran marchante del impresionismo y que más adelante sería su propio marchante, forzándole a tomar otro rumbo artístico. De hecho, de todos los miembros de la Colla del Safrà, Mir es el que alarga más su producción dentro de las características aplicadas por aquel colectivo de pintores, y es que antes de 1898 el resto ya han evolucionado en otras direcciones. Sin embargo, la huella que deja la Colla del Safrà es importante, ya que es de las pocas veces que un grupo de artistas catalanes hace obras que tengan tanta cohesión. En este sentido hay que mencionar que, después de”La Catedral dels Pobres”, la pieza más importante del grupo sería el cuadro que estamos analizando: “La Cría”
“La Cría”
Se trata de un cuadro que retrata un patio suburbial que Nonell pintó el mismo año con otras figuras. La luz, con ese tratamiento tan característico de la Colla del Safrà, cae en picado sobre los protagonistas del lienzo.
Canals construye sus figuras con carboncillo y luego las pinta. Se trata de un cuadro hecho como con recortes de tres escenas, situadas en un recorrido a modo de serpentina y que podrían representar la evolución de una niña, desde recién nacida hasta casi adolescente.
En el centro de la obra encontramos esa naranja pintada con un color tan vívido, que es también un elemento típico de la Colla del Safrà. De hecho, este grupo recibe su nombre por los tonos azafrán de sus pinturas, pero también gustaban de tonalidades naranjas, rojas… En definitiva, era una apuesta por lo contrario al azul y al gris modernista. Sin embargo, hay que decir que el patio de “La Cría” tiene tonalidades azules, pero no tan lúgubres como las de los modernistas, sino más bien como los que pintaba Rusiñol en su época de Sitges (1890)
Este es un cuadro con elementos literarios. Vallmitjana, que fue pintor pero sobre todo mejor escritor, describe en sus textos no sólo personajes marginales sino también aquellos con discapacidades físicas. Este cuadro recoge un ambiente suburbial propio de aquel gusto.
Nonell y Canals, que tienen muchas cosas en común, tienen también algunas que les separan: Nonell se va de París mucho antes que Canals, que alarga allí su estancia. Y, por otro lado, Canals acaba abandonando las temáticas suburbiales que Nonell seguiría tratando. Respecto a éste último punto, tal y como hemos mencionado antes, Canals dio este giro presionado por su marchante, que le empujó a abordar los tópicos españoles en sus cuadros, algo que estaba muy de moda en el momento. Así, en la
reciente exposición “Devorar Picasso” del Museu Picasso de Barcelona, se incluía una pieza de Canals que corresponde a tan sólo cuatro años después a la exposición de “La Cría” en la Sala Parés y que, sin embargo, ya no tiene nada que ver con aquel estilo.
“La Cría” podría ser como unas “Meninas” de la Colla del Safrà. Su composición piramidal con las niñas en primer plano, la puerta del fondo abierta… todo ello nos hace pensar en cierto paralelismo con la obra de Velázquez.
Por último, hay que destacar que en el arte es importante que el pintor se enmarque en su tiempo. En la época en la que se pintó el cuadro hay un grupo de jóvenes que quieren reflejar temáticas de actualidad, aunque sean marginales, y que, estéticamente van a contracorriente con su apuesta por la luminosidad. Por ello, este conjunto de artistas eran críticos con la corriente modernista, que tan complaciente era con la clase burguesa. Este dato sorprende, ya que en su mayoría eran miembros de familias acomodadas. De todas formas, se trataba de un grupo muy joven que compatibilizaba su trabajo con su afición por pintar y por eso solían hacerlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde, lo que seguramente contribuyó a ese tratamiento tan especial de la luz que es común en sus cuadros.
Estamos seguros de que “La Cría” os despertará un gran interés por la obra de esta gran figura del Siglo de Oro de la pintura catalana, por lo que os recomendamos venir a disfrutarlo a nuestra galería y acudir después al MNAC, que es el lugar donde más obras de Canals encontraréis actualmente.