10/01/2023 | Ars Magazine
La compra se ha realizado al anticuario Artur Ramon y con él incorpora a su colección sobre papel el primer ejemplo gráfico del palentino. Su coste ha ascendido a 60.000€ y supone la segunda obra de Berruguete en la institución, que en 2017 adquirió la tabla de la Alegoría de la Templanza.
Aunque siempre ha sido muy apreciado, sobre todo por su apelativo como una de las famosas “águilas del renacimiento” español, lo cierto es que en los últimos años la figura de Alonso Berruguete (Paredes de Nava, hacia 1488-Toledo, 1561) ha adquirido un renovado protagonismo. Las exposiciones celebradas en Washington y Dallas entre 2019 y 2020 supusieron una profunda revisión de su trayectoria profesional y, en lo que se refiere al tema que nos ocupa, una recatalogación de su corpus de dibujos a cargo de Marck McDonald. Ahora, el Prado lo muestra como uno de los protagonistas de la recepción en España del Renacimiento vía Nápoles en la muestra Otro Renacimiento que aún puede verse en sus salas de exposiciones temporales.
No es extraño, por tanto, que el museo quisiera rellenar ese hueco que aún le faltaba en su colección de dibujos. La obra en cuestión ha sido adquirida al barcelonés Artur Ramon. Se trata de un inédito Cristo en la cruz. Está realizado a sanguina y posee unas dimensiones de 330 x 232 mm.
Remite directamente a otro conservado en los Uffizi (ver aquí) que fue correctamente atribuido a Berruguete por Angulo y Pérez Sánchez en 1972 –antes se había considerado obra de Pedro de Campaña– y que pudo verse en Madrid en la muestra de 2016 de la Real Academia de San Fernando.
Como ya señalaron Manuel Arias y Benito Navarrete, el dibujo de los Uffizi puede relacionarse con el Crucificado que corona el pequeño retablo de La Visitación en la capilla de los Mazuelas en la iglesia de Santa Úrsula de Toledo.
Así las cosas, el dibujo que acaba de comprar el Prado, similar como hemos dicho respecto al florentino, podría también vincularse con dicho proyecto; así como al interés del artista por conseguir la tridimensionalidad sobre el papel.
Tampoco resulta ajena a la producción gráfica del palentino la repetición de un mismo modelo en varios dibujos. La más evidente es la de la figura del Evangelista de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el del Museo del Louvre. Esto responde al trabajo en el taller, bien como forma de aprendizaje y estudio de sus oficiales, bien como medio para conseguir modelos exportables posteriormente a sus pinturas y esculturas.