lavanguardia.com | Sergio Vila-Sanjuán
Los hermanos Josep y Pere Santilari imprimen un nuevo simbolismo al género artístico clásico
Los amantes del arte contemporáneo con inspiración clásica tienen, hasta el próximo fin de semana, una cita obligada. Los hermanos Josep y Pere Santilari protagonizan en la galería Artur Ramon la exposición “Ficciones”, donde sus pinturas se miden con varios bodegones del siglo XVII. Los Santilari se han fijado en flores naturales –azaleas, narcisos, orquídeas- y de distintos árboles frutales –almendros, cerezos, manzanos, ciruelos,-y han plasmado su efímero esplendor entre vasos, jarrones, lápices y paños.
Este abordaje a la naturaleza muerta, confrontada con las pinturas de Pedro Camprobín e Ignacio Arias del fondo de la galería, enlaza con una larga dedicación de los dos artistas al tema. Sus bodegones de alimentos, con quesos, frutas y plumcakes, en envases y envoltorios de plástico o papel de aluminio que les conectan con el mundo moderno, les han dado prestigio internacional en ámbitos como el Salón del Dibujo de París o la TEFAF de Maastricht.
En los cartones de los Santilari -que comparten estudio y trabajan en estrecha compenetración- los objetos resaltan sobre un fondo negro realizado laboriosamente con lápices Faber Castell, y bruñidos después con piedra de ágata para conseguir la uniformidad de la superficie y acentuar la oscuridad. Para el soporte se sirven desde hace años de las marcas Schoeller o Hahmemüle.
“La suya es una forma diferente de dibujar y pintar día tras día en el laberinto de su estudio rodeado de silencio. Su labor disciplinada, que exige un altísimo dominio de la técnica (…) ha producido obras que atraen nuestra atención gracias a su esfuerzo”, ha escrito de estos gemelos de Badalona nacidos en 1959 el crítico estadounidense Timothy J. Standring.
Y apunta Rafael Argullol: : “En una época como la nuestra, poco propicia al detenimiento, la obra de los hermanos Santilari aparece casi como una provocación. Frente a la invitación al vértigo, con frecuencia estéril, el suyo es un convite a una fértil quietud, al descubrimiento apasionante del más difícil y sutil –y simultáneamente, del más salvador- de los lenguajes: el lenguaje de la luz “.
En una pared de la exposición actual encontramos un conjunto de “Vanitas” que continúan las que presentaron en la misma sala, en el 2018, bajo el título de “7 pecados capitales”.
Este subgénero pictórico ha planteado tradicionalmente una reflexión sobre la fugacidad de la existencia humana (“vanidad de vanidades, todo es vanidad”, nos dice el Eclesiastés), y ha estimulado en los pintores que lo cultivaban la disposición de símbolos con distintos niveles de lectura.
También lo han hecho los Santilari, a veces con humor, a veces con malicia, enlazando de nuevo con el mundo contemporáneo desde la más exigente militancia en un concepto clásico del trabajo pictórico.
“Ficciones: Josep Santilari, Pere Santilari y las naturaleza muertas del siglo de oro”. Galería Artur Ramon Art (Bailén 19, Barcelona). Hasta el 14 de mayo