16 de junio, 2022 | Catalunya Vanguardista
Los jardines han estado muy presentes en la historia del arte. Han sido el tema o el escenario de muchas pinturas, y muchos jardines han sido o son auténticos museos al aire libre, con obras, normalmente esculturas pero también otras piezas, que han enriquecido la flora presente en el lugar.
La galería Artur Ramon Art propone, con su exposición La belleza cautiva, un itinerario por un centenar de piezas de su fondo que nos permiten mirar el jardín desde varios puntos de vista: como creación artística, metáfora, escenario, estado moral, refugio de placer, paraíso… «El jardín da cabida a todo porque es permeable al mundo que sirve», se apunta desde la galería. La muestra, comisariada por Ignacio Somovilla, estará abierta hasta el 22 de julio.
La belleza cautiva realiza un recorrido cronológico. Se inicia en el Jardín del Edén, un jardín que es un espacio feliz, donde no hay sitio para el dolor ni el sufrimiento. Luego llega el jardín del mundo clásico, donde encontramos un grabado de Stefano della Bella o una delicada escultura de mármol de Giuseppe Lazzerini. La exposición también adentra al visitante en jardines laberínticos, en obras de arte influenciadas por el Grand Tour de la élite británica de los siglos XVII y XVIII y en piezas de paisajistas catalanes como Santiago Rusiñol, Ramon Casas o Josep Maria Tamburini. Después de dedicar un espacio a la democratización del jardín, con el Central Park de Nueva York, inaugurado en 1873, como referencia, la exposición se completa con un pequeño gabinete de las maravillas de inspiración botánica, distribuido en los variados objetos que esconde el gran armario que pone fin a la muestra.