Las obras de Josep Santilari y Pere Santilari dialogan con la mirada histórica de una selección de piezas alegóricas del fondo de la galería Artur Ramon Art; a partir de formas humanas, animales u objetos cotidianos, representan una idea abstracta o un procedimiento retórico como alegoría de uno de los siete pecados capitales. Su complejidad da lugar a múltiples interpretaciones, pero todas giran en torno al problema del destino, la lucha por la libertad, la apariencia y la realidad, el libre albedrío. En definitiva, la inconsistencia de la vida humana y la trascendencia simbólica.
¡Ay, mísero de mí, y ay infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo.
Aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido;
bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Pedro Calderón de la Barca, La vida es sueño (1635)
El dramaturgo y poeta barroco del Siglo de Oro español muestra el drama filosófico de la existencia humana: «…que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son». El planteamiento de Calderón de la Barca gira en torno a que la existencia humana no es más que un engaño, una apariencia, y en tales condiciones el hombre muchas veces no goza de libertad para elegir su destino, por lo que debe luchar hasta conseguirla… La incertidumbre de la vida humana.
Da por sentado que «el delito mayor del hombre es haber nacido», ya que históricamente nacer se ha considerado un hecho delictivo: llegamos al mundo cargando con el pecado original, porque heredamos la desobediencia a Dios de nuestros primeros padres en el Paraíso. Sin embargo, las necesidades actuales del sistema han dejado obsoleto el mandato bíblico, y los seres humanos «completos» participan en plenitud de la vida en sociedad y expresan todo lo que concierne a su naturaleza. Algunos impulsos han de ser reprimidos en interés de la sociedad, y otros en aras del desarrollo individual; pero el crecimiento natural y la autorrealización de la persona son los factores que hacen buena la existencia y convierten la sociedad en una convivencia armoniosa.
Nacidos en Badalona en 1959 y licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona. Josep Santilari i Pere Santilari son unos de los máximos representantes del nuevo realismo catalán. Sus obras se caracterizan por una gran precisión técnica, un realismo conectado con la contemporaneidad pero que tiene sus raíces y referencias en temas clásicos de la historia del arte como el paisaje urbano, la naturaleza muerta y las vanitas.
Video presentación de los artistas