Ramon Martí

Ese pintor barcelonés fue una de las figuras más importantes del realismo artístico de Cataluña y España. Nació en 1826, y por presiones familiares se vio obligado a estudiar filosofía, aunque acudía a clases nocturnas en la Escuela de la Lonja, donde aprendió de maestros como Claudio Lorenzale o Lluís Rigalt. A principios de la década de 1850, participó en la organización de exposiciones con la Asociación de Amigos de las Bellas Artes de Barcelona, que además compaginaba con el trabajo de profesor de figura en la Escuela de la Lonja, así como la de profesor particular. Sin embargo, en aquella época hizo un viaje que influenció en su pintura enormemente: en 1855 visitó París para visitar la Exposición Universal y descubrió obras de la Escuela de Barbizon y de Gustave Courbet. A partir de ese momento, la obra de Martí Alsina dio un giro, y en 1858 se presentó en la Exposición Nacional de Bellas Artes, organizada en Madrid, donde quedó tercero con la obra Estudi del Natural. Al año siguiente, en 1859 fue llamado académico de la que ahora se conoce como la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi, y en 1860 se afilió al Ateneu Català (actual Ateneu Barcelonès), del que llegó en presidir la sección de Bellas Artes en los últimos años de su vida. Recibió el encargo de pintar tres paneles para decorar el techo del Liceu después del primer incendio de 1861, aunque estas obras desaparecieron con el segundo incendio, en 1994. Martí Alsina fue un artista prolífico que abordó a una gran multitud de géneros. Temas históricos, alegóricos, costumbristas, así como retratos, nudos femeninos y bodegones. Sin embargo, la influencia que tuvo la pintura de Courbet en su obra puede verse en que Martí Alsina destacó sobre todo por los extraordinarios paisajes y las marinas, donde demostraba un gran dominio del color y de la técnica. En este género abandona el tópico romántico, dejando paso a un realismo pictórico evidente, defendiendo la realidad como única fuente de inspiración.