Arte y teatro: decorados para la vida

Lito Caramés | PrazaCatalunya

10 de abril

El teatro es un espejo donde se reflejan todos los conflictos vitales, de todo tipo. El teatro es poesía hecha con el cuerpo y con las voces. La galería Artur Ramon presenta la exposición El món sencer és un teatre. ¡Cuánta verdad hay en esa frase que parece un cliché! Y la relación entre teatro y arte viene de lejos, viene de siempre. Seguramente frente a las pinturas paleolíticas ya se escenificaban rituales, que tenían mucho que ver con el teatro.

Lito Caramés

Nicolau Raurich, Fantasía de carnaval, c. 1910. Óleo sobre tela, 56 x 66,2 cm.

Vida y teatro. Teatro de operaciones. Representaciones

As estrelas pestanejam frio, / Impossíveis de contar. / O coração pulsa alheio, / Impossível de escutar. / Quando é que passará este drama sem teatro, / Ou este teatro sem drama, / E recolherei a casa? / Onde? Como? Quando? (Alvaro de Campos -heterónimo de Fernando Pessoa-, Magnificat).

Sin atrevimiento es fácil decir que todo en la vida es teatro. El comportamiento de los humanos en la vida cotidiana, las relaciones con el vecindario, con los amigos… todo se rige por convencionalismos de alguna manera aprendidos. Roles, actitudes: papeles en la representación del gran teatro del mundo. Las sociedades del planeta (en mayor o menor grado) llevan años tomando posiciones frente a la pandemia provocada por el virus Covid-19. Mascarillas, distanciamiento físico, menos relaciones sociales. Todo se reduce a una nueva puesta en escena. Ahora, por enésima vez, se libra en Europa una guerra cruel, mortal e injustificada. Y en la jerga militar se habla del Teatro de Operaciones. ¿Son Bucha, Kharkov o tantos pueblos y ciudades de Ucrania escenarios donde se retrata el drama de la vida? Álvaro de Campos, uno de los heterónimos de Fernando Pessoa, ya afirma en uno de sus poemas: ¿cuándo pasará el drama sin teatro, o el teatro sin drama?

Ahora, siguiendo con su atractivo e imparable programa de exposiciones, la galería Artur Ramon presenta una nueva exposición titulada  El món sencer és un teatre. Un título muy atractivo para jugar con las obras de arte e inventar una historia diversa, con profundas raíces escénicas. Y eso es precisamente lo que hace el comisario, José A. Aristizábal, responsable del legado del fotógrafo Humberto Rivas. Rivas era un gran retratista y además tenía una mirada muy espacial de esos paisajes urbanos que -incluso hablando de esta exposición- parecen grandes escenarios donde representar la vida de los barrios, o la vida de cualquiera. Su interés por los efectos de luz dota a sus instantáneas de una fuerza dramática excepcional. También se pueden mencionar muchos otros profesionales de la fotografía y dueños de la fuerza escénica. Durante estos meses, la galería Rocío SantaCruz presenta una exposición histórica con imágenes de Colita: Dona Situació Límit. Allí se puede ver la fotografía Chica de la Verneda. Es toda una representación escénica: los edificios a medio terminar (esqueletos de hierro y hormigón), y delante, esa chica; una mujer joven, joven pero ya con muchas experiencias, que mira a la cámara medio interrogando, medio resentida. Allí -en esos suburbios en construcción- es una cariátide que resiste la agresión que le impone la llanura aluvial.

Una de las piezas que presenta Aristizábal en la exposición El món sencer és un teatre, (Fantasía de carnaval, de N. Raurich) es una declaración de principios sobre lo que es la exposición. En esta obra de 1910, el autor evita ofrecer el carnaval en su esencia: los seres humanos jugando -una vez más- a asumir otros roles (roles casi siempre rompedores con la realidad cotidiana). Y lo que hace es reproducir, en lo que parece un escenario de teatro, disfraces y máscaras que se utilizan en las comparsas de carnaval. Caixaforum presenta estos meses una selección antológica de obras de René Magritte, el gran pintor surrealista. El genio de Magritte es tan prodigioso que es capaz de jugar a la teatralidad con sus creaciones y los títulos que da a sus cuadros. Solo un ejemplo: en 1938 pintó la obra Clarividencia. ¡A saber qué representa con ese título! pues se ve al mismo pintor sentado, pintando un lienzo sobre un caballete; el modelo que intenta reproducir es un huevo, que está sobre una mesa a su izquierda. Pero lo que sale del lienzo que pinta ya es un pájaro adulto. Aquí está el juego. Y la filosofía aristotélica: potencia (huevo) y acto (pájaro). Bien conocida es la preocupación de Magritte por el tema de la representación en el arte. Lo mismo puede decirse de otro pintor contemporáneo suyo: Giorgio de Chirico. ¿Qué son sus piazzas (con personajes y arquitecturas geométricas) sino grandes decorados teatrales?

Modest Cuixart, Arlequin au Masque, 1954. Acuarela sobre papel, 31 x 48 cm.

El món sencer és un teatre. Caracterizaciones.

Latir del tiempo que en mi sien repite / la misma terca sílaba de sangre. / La luz hace del muro indiferente / un espectral teatro de reflejos. / En el centro de un ojo me descubro; / no me mira, me miro en su mirada. / Se disipa el instante. Sin moverme, / yo me quedo y me voy: soy una pausa. (Octavio Paz, parte del poema Entre irse y quedarse).

Aristizábal también presenta en El món sencer és un teatre máscaras de teatro noh, de aproximadamente 1850. Unas máscaras muy interesantes, que se usaban en representaciones; no son productos turísticos. El teatro noh (o ) es uno de los eventos más teatrales de Japón, considerado uno de los más exquisitos del mundo. Altamente codificada, el público disfruta de una puesta en escena minimalista, con un colorido espectáculo de baile y canto, que basa su fuerza en el vestuario, las máscaras y los movimientos. Se diría que los teatros antiguos estaban más ritualizados que los modernos, y el uso de máscaras se convirtió en una de las claves. Por ejemplo, el gran teatro griego, donde el dios Dionisio (el dios del vino) llegó a ser dueño de los actores, quienes siempre salían al escenario con una máscara que nunca cambiaba (como en el teatro noh). En contraste también se pueden ver varias fotografías de Samsó que captan al actor Albert Vidal (sin máscara) caracterizando el Infierno de la Divina Comedia, de Dante Alighieri. Escenas de ese Infierno de Dante fue lo que el gran escultor Auguste Rodin quiso crear en las puertas del Museo de Artes Decorativas de París (y que finalmente no se hicieron). Las escenas y esculturas más famosas de este escultor (El Pensador -que ha sido el mismo Dante reflejándose a las puertas del Infierno, El Beso…) fueron diseñadas y terminadas precisamente para esas puertas. Hace unos años la Fundación Mapfre trajo a Barcelona una fabulosa exposición sobre este tema y escultor: El Infierno según Rodin

Todavía se puede ver en el CCCB de Barcelona la muestra  La máscara no menteix mai (diríase que todas las exposiciones de arte de este año giran en torno a las representaciones teatrales). Hay máscaras de carnaval allí, pero también hay algunas más interesantes (o espeluznantes). Por ejemplo, las máscaras que usan los miembros del KKK, que comenzaron como caracterizaciones cercanas a fiestas como el carnaval. O las maneras de taparse (ritualizarse) de Fantômas, o los luchadores mexicanos que tienen su máscara como seña de identidad. Esa muestra termina -curiosamente- con las mascarillas quirúrgicas que se llevan por todas partes y desde hace más de dos años para tratar de frenar la Pandemia provocada por el virus Covid-19.

Antoni Clavé, Carmen. Tecnica mixta sobre papel, 30 x 40 cm.

El món sencer és un teatre. Escenifiocaciones.

Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para mostrarle a la gente que hay actividades que no sirven para nada, y que es indispensable que las haya. (Eugène Ionesco, dramaturgo).

En la exposición que ahora se comenta, El món sencer és un teatre, también hay dibujos de Piranesi, ese artista italiano que fue capaz de inventar arquitecturas fantásticas (casi imposibles), incluso claustrofóbicas. Piranesi, entre otras cosas, se dedicó a reproducir edificios antiguos en Roma, especialmente para aquellos ricos que pasaban por Italia en el llamado Grand Tour. Porque Piranesi acabó haciendo lo mismo que ya había hecho Canaletto en Venecia: agrandando todo, calles, edificios, perspectivas…, por lo que los viajeros del Grand Tour se compraban recuerdos espectaculares. El escritor alemán Goethe dice que cuando llegó a Roma se sintió desilusionado, pues conocía partes de la ciudad por la vedute de Piranesi, y en realidad todo era mucho más pequeño.

Muchos fueron los artistas que se relacionaron con el teatro, ya sea elaborando escenografías, o vestuarios. Obras de estos artistas también están presentes en la exposición El món sencer és un teatre. Por ejemplo, Mariano Andreu o Modest Cuixart. Lo mismo puede decirse de otros internacionales. Pablo Picasso escribió escenografías para los Ballets Russos, o Joan Miró para la compañía Diaghilev. La nómina es mucho mayor: Sonia Terk Delaunay o Maruxa Mallo, entre otras.

Ahora en la sala Artur Ramon es fácil ver piezas de Clavé, como las obras para representar la ópera Carmen, un auténtico estudio de las posibilidades coreográficas y escénicas, o también Audició al teatre Gayarre, de Ricard Urgell, un juego entre la pintura y el teatro. Como pieza peculiar, en medio de la selección aparece una obra de Joan Ponç, tan surrealista dentro de lo que fue el grupo Dau al Set. Joan Ponç siempre fiel a sus cosmogonías, a sus críticas sociales. Y no deja de sorprender, por aventurera que sea, la obra de Cuixart, Arlequin au masque, una acuarela que suspende por completo en el aire a este popular personaje, y lo adorna con una máscara, seña identificativa de su vinculación con el mundo del teatro. Todas las compañías de teatro tratan de representar mundos. Mundos realistas, imaginarios, surrealistas. El grupo Furafollas Agrupación Teatral -amateur- lleva más de 25 años trabajando en Barcelona presentando obras, ya propias, ya de autores reconocidos, en gallego, catalán y castellano. Lo que mueve a las personas que pasan por ese grupo (como se puede ver en los videos que se encuentran en su sitio web) es la pasión por la escena, la creatividad escénica en todas sus dimensiones. Como decía Federico García Lorca: El teatro es poesía que sale del libro para hacerse humana.

Joan Ponç, Suite Al·lucinacions III, 1947. Técnica mixta sobre papel, 54 x 41 cm.