13.03.2024 | Sol G. Moreno | Ars Magazine
Tras una semana de vértigo con citas culturales como TEFAF, ARCO y el resto de eventos madrileños, se confirma el interés por las piezas de precio medio en la capital española, así como la apuesta por la venta selectiva en la ciudad holandesa, centrada sobre todo en los museos internacionales. Un van Gogh por 4,5 millones y la única pintura firmada por Gesina ter Borch adquirida por tres millones para el Rijksmuseum destacan en Maastricht, mientras que en nuestro país ARCO cierra con importantes transacciones y una inversión conjunta del Ministerio y el Reina Sofía superior al medio millón de euros.
Marzo se ha convertido de manera inesperada en el mes de las ferias. Por primera vez hemos asistido a la confluencia de la mayor cita europea del arte –TEFAF Maastricht, que esta vez se ha adelantado unos días– y el evento contemporáneo de referencia en España (ARCO, en su caso celebrado con una semana de retraso). Cada una de estas ferias es, en su rango, el mejor termómetro del mercado que podemos tener durante el primer trimestre del año. ¿Y qué tal han ido las ventas? En ambos casos el balance ha sido positivo: piezas adquiridas dentro de su rango, optimismo y tendencia a la estabilización.
Atrás queda la sombra de la pandemia, pero también la locura generada después por conseguir todo tipo de obras y a cualquier precio, incluso por encima de su estimación. Y si 2023 fue el año de la corrección, en 2024 parece que las aguas vuelven a su cauce. Los precios recuperan el equilibrio, además se percibe una menor ansiedad por conseguir obras de primer nivel a toda costa. ¿Quizá porque no son tan numerosas las que salen al mercado?
Pero vayamos a todo lo que sí se ha ofrecido estos últimos días a compradores –públicos o privados– ávidos de nuevas piezas, porque ha sido mucho y muy bueno. Empecemos por TEFAF, la reina de las ferias. Los indecisos aún están a tiempo de adquirir alguna obra maestra, porque la cita de Maastricht cierra sus puertas mañana; sin embargo, las grandes ventas ya se hicieron durante los primeros días.
Entre las más destacadas, Cabeza de campesina con tocado blanco de Van Gogh, pintura de pequeñas dimensiones que ofrecía MS Rau por primera vez y que encontró comprador por 4,5 millones en un museo privado de fuera de la Unión Europea.
Otra institución, esta vez europea, adquirió Retrato de Moses a los dos años pintado por Gesina ter Borch, una de las mujeres presentes en esta 37º edición que coincidió con el 8M. Es el único cuadro firmado por la artista y ha sido el Rijksmuseum quien ha pagado los tres millones de euros que pedían por él. De manera sorprendente, la hija ha conseguido superar al padre –Gerard ter Borch–, el artista más reconocido de la familia neerlandesa.
Más ventas: la escultura de Marte caminando de Giambologna que Stuart Lochhead ofrecía por cuatro millones de dólares se vendió a un museo estadounidense. Curioso que el escultor renacentista sí haya encontrado nuevo comprador en TEFAF, tras pinchar en la subasta de enero en Christie’s con una pieza similar.
La adquisición más rápida de la feria y posiblemente de las más ágiles de la historia fue una Decapitación del Bautista del Pseudo-Blesius ofrecido en Caretto Occhinegro. Un coleccionista particular holandés solo necesitó media hora y 100.000 euros para hacerse con la pieza. Por su parte, Retrato de hombre pintado por Frans Hals en 1635 despertó mucho interés en Salomon Lilian, aunque hasta el momento nadie se ha atrevido a adquirirlo (no sabemos cuánto piden por él en TEFAF, pero hace unos meses se ofrecía en Frieze Londres por 10 millones de euros).
Los galeristas españoles también están a punto de cerrar una edición con importantes ventas. Caylus cerró operaciones por valor de cinco y seis cifras, entre ellas un Cristo en la cruz de Cecco da Caravaggio ofrecido por 280.000 euros a un importante museo estadounidense y una Virgen de Guadalupe de Luis de Texeda que costaba 180.000 euros, igualmente con destino a una institución americana. Asimismo, encontró comprador para la Anunciación de Taller de El Greco por 150.000 euros, el retrato de Sánchez Coello y el San Andrés de Claudio Coello.
Por su parte, Colnaghi vendió el cuadro de Sorolla que colgaba en su stand y un retrato de Pieter Nason, además de Retrato de mujer con collar de perlas de Domenico Tintoretto. De igual modo, encontró nuevo dueño para El Descendimiento de la Cruz de Domingos Antonio Sequeira; finalmente a un mecenas particular portugués que tiene intención de colaborar con el gobierno luso para exponer la obra en público.
Entre las operaciones comerciales de Artur Ramon, que han sido variadas y numerosas, cabe mencionar una mesa de Martin-Guillaume Biennais por 75.000 euros; además de la venta previa al Ministerio de Cultura de una veintena de cerámicas de Manises. Mayoral ha reportado ventas de Chillida, concretamente tres: una Lurra, una Gravitación y un Óxido; y Deborah Elvira ha encontrado nuevo dueño para su pieza estrella, el capezzale de coral.
Los galeristas españoles en TEFAF también han obtenido importantes ventas gracias a Sánchez Coello, El Greco, Sorolla, Chillida y Sequeira.
RESULTADOS DE LAS FERIAS NACIONALES
Ya en nuestro país, ARCO cerró una 43º edición llena de guiños a Latinoamérica –con una sección especial dedicada al Caribe– y a todos esos coleccionistas venezolanos, mexicanos y cubanos llegados a España hace unos años. Una vez más, el Museo Reina Sofía muestra su fidelidad a la feria de Ifema reforzando su colección con 30 obras de una veintena de artistas como Nuria Güell, Ana Laura Aláez, Mitsuo Miura, Ana Gallardo, Miguel Ángel Rojas y Regina José Galindo. Ha hecho una clara apuesta por las autoras femeninas –17 en total– y por los nuevos nombres, ya que 19 de los 22 se incorporan por vez primera a los fondos del centro.
Este año la inversión asciende hasta los 553.000 euros, lo que supone un importante incremento del 38% con respecto al año pasado. Un esfuerzo conjunto hecho por el Ministerio de Cultura –que ha aportado 401.372 euros– y el propio museo nacional, que ha contribuido a completar el medio millón de euros empleados en ARCO. En el caso concreto del ministerio, se han sumado los trabajos de la pionera de la abstracción Lola Bosshard y dos figuras muy peculiares de la figuración (Esther Boix y Mari Puri Herrero). Y de parte del Reina se incorporan Belén Uriel, Josep Ponsatí y Alicia Herrero.
La Fundación ARCO ha hecho lo propio gracias a los fondos obtenidos con su cena anual, que le han permitido adquirir siete obras firmadas por, entre otros, Ana Jotta, Eva Kotakova y Laercio Redondo. Comunidad de Madrid ha apostado por Miguel Marina y el colectivo Fuentesal Arenillas, mientras que el ayuntamiento ha invertido 40.000 euros en una escultura de Teresa Solar y tres obras de Carlos Forns Bada.
En el ámbito privado cabe mencionar el mecenazgo de la Fundación Helga de Alvear, que ha comprado piezas de Duchamp, Saraceno y Alfredo Jaar, entre otros. Mientras que la Fundación María Cristina Masaveu Peeterson ha invertido tanto en autores considerados ya clásicos como en nombres emergentes. En ARCO puso su pegatina verde sobre obras de Gordillo y Oteiza, además de Eugenio Ampudia y Juan Asensio; mientras que en Urvanity adquirió obra de Hugo Alonso (feria, que por cierto, se estrenó en la sede de Matadero con varios sold out entre sus stands).
ArtMadrid clausuró su 19º edición con buenos datos de visitantes y ventas. De nuevo Masaveu adquirió la instalación site specific creada por Marina Tellme para la Galería de Cristal, que este año ha conseguido compradores para 325 obras (la mayoría con precios comprendidos entre 5.000 y 10.000 euros). Buenos resultados y buenas sensaciones, por tanto, en una semana cargada de ferias y de coleccionistas ávidos por comprar. Sol G. Moreno