09/03/2023 | Imane Rachidi | La Vanguardia
Maastricht (Países Bajos), 9 mar .- Joyas de esmeraldas y diamantes, una pieza barroca de Louise Bourgeois, arte español impresionante como numerosos cuadros de Picasso, Miró, Murillo y Sorolla, además de tapices gigantescos y esculturas religiosas. La feria de TEFAF llega fuerte este año, dejando atrás la pandemia y el susto tras el atraco de la pasada edición.
Antes de poder admirar la gigantesca escultura floral con la que la Feria Europea de Bellas Artes TEFAF sorprende cada año a sus clientes en la ciudad neerlandesa de Maastricht, el público debe hacer fila para pasar los estrictos controles de seguridad, a los que se ha añadido un detector de metales, además de perros policía y registro del bolso, en busca de extremar la precaución tras el atraco sufrido el año pasado en la joyería londinense Symbolic & Chase.
En ese hurto, el pasado verano, cinco ladrones se llevaron numerosas joyas; la más cara fue un collar con el diamante amarillo más grande del mundo, que tiene un valor estimado de 27 millones de euros.
Pero lo ocurrido no ha amargado el atractivo de la feria, que sigue siendo igual de popular para los comerciantes de arte y los galeristas, ansiosos por hacerse con alguna pieza, después de que las anteriores ediciones estuvieran ensombrecidas por la pandemia.
“Esta es la edición en la que la feria tiene que recuperar un poco el pulso prepandemia y creo que será así. Ya de momento hemos visto que hay muchísima expectación y gente que nos ha dicho que va a venir. Y esto es muy positivo, sobre todo en comparación con la edición de julio pasado, que fue un poco para salvar la feria”, señala el galerista Artur Ramón.
En 2020 TEFAF tuvo que adelantar el cierre por la pandemia y, en 2021, la feria se celebró online.
El detalle floral de esta 36ª edición es una especie de peluche en una gama de blancos y rosas, delante del que posan y se fotografían los hasta 75.000 visitantes que generalmente acuden a esta feria para ver las piezas de arte y antigüedades que ofrecen los 270 galeristas de hasta 20 países.
Acuden inversores, coleccionistas de arte, museos, miembros de familiares reales y famosos que buscan ampliar sus colecciones de arte y joyas.
TEFAF acoge 7.000 años de historia del arte y antigüedades, desde las obras más antiguas hasta las piezas más contemporáneas, algunas localizadas en excavaciones arqueológicas y otras diseñadas en los estudios más modernos del siglo XXI, y lo más interesante es que los aficionados al arte pueden ver en Maastricht piezas de propiedad privada que no se exhiben normalmente al público.
Además, no hay lugar a engaños: cada pieza que se expone y vende en TEFAF ha pasado por controles estrictos de verificación, y su autenticidad y procedencia está garantizada y comprobada con antelación, así que no hay ni copias falsas, ni arte robado. Los objetos que se ofrecen tienen calidad de museo, lo que convierte esta feria en un parque de atracciones para los directores de las pinacotecas en todo el mundo.
Es una feria generalmente para millonarios, aunque también hay objetos accesibles para otros bolsillos, como un cascapiñones por 500 euros que se vende en el anticuario Deborah Elvira, que junto a Caylus, Artur Ramón, Colnaghi y Mayoral ponen el toque español de la feria.
La pieza estrella del stand de Artur Ramón es “Chicas en la playa”, un Sorolla pintado en Valencia en 1908, y por el que el galerista pide 2,7 millones de euros, aunque también ofrece una escultura del XIX de Francesco Antonio Franzoni hecha con mármol veteado que simula un tigre, siguiendo los modelos del animalario del Vaticano.
Colnaghi presenta la pieza “San Jerónimo penitente”, de Jusepe de Ribera, por 2 millones de euros, y el cuadro “Virgen de la faja”, de Murillo, por 12 millones de euros, mientras que la galería Mayoral expone una selección de piezas del XX y XXI, entre las que destaca “Composició amb roba i corda” (1975) de Tàpies, que encarna la afirmación de Michel Tapié.
La galería Caylus pone a la venta un Ecce Homo de Sebastiano del Piombo, de mediados de la tercera década del siglo XVI; un Cristo llevando la cruz, hecho por Anton Raphael Mengs en 1773-1774, y un retrato de Murillo del arzobispo Spinola, entre otras piezas.
TEFAF Maastricht abre oficialmente sus puertas este sábado hasta el domingo 19 de marzo en el centro de convenciones MECC de esa ciudad, aunque los más afortunados pueden visitar la feria durante las jornadas destinadas solo a invitados, que son este jueves y viernes.