Ficha técnica
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- Título
- Figura
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- Fecha o período de creación
- 1927
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- Medidas
- 220 x 202 mm
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- Descripción
- Tinta sobre papel
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- Descripción complementaria
- Comparado con otros dibujos de 1926 y 1927, generalmente llenos y cargados, este dibujo destaca por su simplicidad de trazos y formas, pocas pero bien definidas y sin ningún tipo de corrección o arrepentimiento. Incluso podría parecer un dibujo no acabado (como el del verso si no fuera por estar claramente fechado y firmado con el nombre y apellido del artista, una prueba indiscutible de que Dalí lo daba por totalmente finalizado. Se trata , además, de la firma del artista con la caligrafía característica de ese momento, hecha con una letra fina y temblorosa, y no como la de algunos dibujos y pinturas de esta época que Dalí firmó años más tarde sólo con el apellido y con su conocida firma de trazo grueso y rápido.La excepcionalidad y valor de este dibujo radica en que la producción pictórica de Dalí en 1927 fue muy limitada, sólo hizo seis pinturas (del año antes se conocen 26 y en 1928 hizo al menos 27) y un número similar de dibujos, por lo que es uno de los pocos testigos de la evolución de su pensamiento en un año que es considerado crucial en su trayectoria.
Sin duda, la conexión que Dalí establece en este dibujo y en el grupo de obras y textos de 1927 entre el cuerpo desnudo (de San Sebastián, es decir el suyo), el dolor, la sangre y el sexo era una forma de sublimar, o cómo decía él de traducir en una “estética de la objetividad”, los temores, impulsos y fobias de los conflictos sexuales y emocionales fruto de su relación con García Lorca. La figura del dibujo, por ser insinuada, se convierte en una aparición enigmática y fantasmagórica de la que el artista sólo revela unos pocos detalles que sin embargo son un compendio de sus obsesiones: la mano, los dedos, el tacto, la vena mutilada, la sangre y el sexo, el ojo y la mirada.
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