Biografia
Ignacio Zuloaga fue uno de los pintores españoles más importantes del siglo XX. Nacido en una reputada familia de artesanos, recibió una esmerada formación artística desde su infancia, formándose en el taller de su padre, afamado artesano damasquinado, hijo del más conocido Eusebio Zuloaga. Su vida se caracteriza por la búsqueda incesante de conocimiento e inspiración que lo llevaría a viajar y cambiar constantemente de residencia. En 1887 visitó el Museo del Prado, con el fin de conocer a los grandes maestros de la pintura española -El Greco, Velázquez, Ribera, Zurbarán y Goya-, cuya obra le causó un gran impacto. En 1889 residió seis meses en Roma, donde estuvo inmerso en la cultura renacentista, y luego en Segovia, sede del importante taller de cerámica de su tío Daniel. Un año más tarde se instaló en París, donde asistió a la escuela de dibujo La Palette. Su círculo, formado por numerosos pintores franceses como Toulouse-Lautrec, Degas, Jean-François Raffaëlli o Maxime Dethomas -y españoles como Santiago Rusiñol y Ramón Casas- ejerció una notable influencia en su estilo y sus ideas sobre el naturalismo.
En busca de nuevos estímulos viajó a Andalucía en 1892, atraído por el mundo de los gitanos y sus tradiciones. Sin embargo, por motivos económicos, se traslada poco después a Londres, donde comienza a realizar retratos de la alta sociedad que marcarán fuertemente su carrera. En Inglaterra entró en contacto con la obra de James Whistler, cuyo estilo se sumó a las influencias del artista. Con la llegada del siglo XX, la obra de Zuloaga ganó envergadura a nivel europeo: la prensa artística publicó su obra y obtuvo varios premios internacionales. A partir de 1909 el artista inició su gira por el nuevo continente, exponiendo primero en la Hispanic Society de Nueva York, y continuando en Boston, Pittsburgh, Cleveland, Saint Louis y otras capitales americanas, donde sus retratos tuvieron gran éxito. Tras el estallido de la Gran Guerra, se instaló de nuevo en España, primero en Eibar, y después de 1920 en Madrid. Desde 1931 preside el Patronato del Museo de Arte Moderno de Madrid, y en 1938 obtiene el gran premio de la Bienal de Venecia, en reconocimiento a su trayectoria artística.