Joaquín Sorolla

València 1863 - Cercedilla, Madrid 1923

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Biografia

Joaquín Sorolla y Bastida es uno de los artistas más destacados de España en las últimas décadas del siglo XIX, cuyo estilo se ha definido como una variante del impresionismo. Sorolla nació el 27 de febrero de 1863 ya los dos años él y su hermana pequeña quedaron huérfanos. Como mostró tempranas dotes para el dibujo y la pintura, fue admitido en la Academia de San Carlos de Valencia a los quince años. En enero de 1885 partió hacia Roma, decisión que sería decisiva para el ulterior desarrollo de su obra. Entre sus maestros estuvieron Francisco Pradilla (1848-1921), José Villegas (1844-1921) y su paisano Emilio Sala (1850-1910), tres consagrados maestros de la pintura de tradición académica. El pintor español quedó impresionado por las obras de artistas realistas como Adolf Menzel y Jules Bastien-Lepage, entre otros. En abril del mismo año viaja a París con su amigo y luego consejero Pedro Gil Moreno de Mora (1860-1930). En esta primera experiencia en Francia, Sorolla quedó fascinado con la obra de Bastien Lepage, que influyó especialmente en su forma de entender las figuras al aire libre. Tras su estancia en el extranjero, él y su mujer Clotilde García deciden trasladarse a Madrid en 1890. Hasta 1900, Sorolla participa en salones y exposiciones colectivas por toda Europa. Su estilo cambió lenta pero constantemente a lo que hoy se define como luminismo posimpresionista. De hecho, expuso en París en 1906 en las Galerías Georges Petit, donde el público conoció una personalidad original, inherentemente diferente de los impresionistas. Tras este éxito, el pintor siguió enviando sus obras a otras capitales europeas, como Berlín o Londres, lo que contribuyó a su nueva fama. Pronto su carrera alcanzaría un pico más alto cuando expuso en Nueva York, Chicago, St. Louis, Buffalo y Boston en 1909, con un éxito inmenso, lo que lo llevó a pintar un retrato del presidente Taft en Washington DC. Durante la mayor parte de su vida, Sorolla pintó durante dos largas sesiones al día: por la mañana y por la tarde, normalmente en la claridad de la luz natural al aire libre. El artista desarrolló una extraordinaria fluidez técnica, de la que dan fe más de 4.000 pinturas y bocetos al óleo o acuarela y unos 8.000 dibujos. Como afirma Francisco Pons Sorolla, director del Museo Sorolla hasta 1973 y nieto del artista: “Tenía la sensualidad necesaria para captar la vida y la belleza del mundo que le rodeaba. Su aspiración era reproducir en sus pinturas todo lo que él era capaz de ver y amar”.