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“La pintura siempre és más sabia que el pintor, y cuando quiere nos descubre un mundo mágico muy superior al que nos podemos imaginar."
Biografia
Joan Ponç (Barcelona 1927 - Saint-Paul-de-Vence, Francia 1984) fue un importante artista de vanguardia cuya fidelidad a ideas alejadas de las corrientes dominantes del momento le situó al margen de los discursos artísticos oficiales. Su universo pictórico es coherente y configura un mundo simbólico inteligente, poético y complejo.
Primero estudió pintura con Ramon Rogent. Joan Vinyals le organizó la primera exposición en la Galería Arte de Bilbao (1946). En 1947 expuso en Els Blaus de Sarrià, presentado por JV Foix. Con Joan Brossa fundó la revista Algol –en la que colaboraban Enric Tormo, Arnau Puig, Jordi Mercadé y Francisco Boadella–, precedente directo de lo que sería Dau al Set, revista de la que fue director; formó parte del grupo vanguardista, con el mismo nombre, del que eran miembros Joan Josep Tharrats, Arnau Puig, Modest Cuixart, Antoni Tàpies y Joan Brossa, entre otros. Fundada en 1948, la revista supuso el resurgimiento del impulso creativo en la depresión de la Barcelona de posguerra.
En 1952 se presentó en la I Bienal Hispano Americana. Insatisfecho con los círculos artísticos catalanes, en 1953 se traslada a Brasil. Tras una estancia en París, donde reencontró Joan Miró, quien lo recomendó a los círculos artísticos brasileños, se fue al Brasil y residió en Sao Paulo, donde permaneció hasta 1962. En 1954 hizo una exposición en el museo de arte moderno de São Paulo con un gran éxito, ya que el mismo museo adquirió la totalidad de las obras. Allì su pintura se hizo más hermética y refinada.
La Bienal de Sao Paulo le concedió el Gran Premio Internacional de Dibujo. Enfermo, en 1962 volvió a Cataluña, se estableció en el Bruc, bajo Montserrat, y luego residió un tiempo en Cadaqués. A partir de ese momento su obra estuvo ampliamente disponible en los circuitos artísticos nacionales e internacionales y obtuvo el reconocimiento de público y crítica.
En 1964 fijó su residencia en Barcelona, donde presentó una retrospectiva en la galería René Metras. En la VIII Bienal de Sao Paulo (1965) le fue concedido el Gran Premio Internacional de Dibujo. Ya consagrado, expuso en Nueva York, Río de Janeiro, Bonn, París, Frankfurt, Ginebra, Antibes, Madrid, etc. En 1984 muere en su casa de Saint Paul de Vence (Francia).
Cuando se hace evidente que la conciencia de la contaminación es un buen pretexto para los tecnócratas, que la educación cívica tiende a acabar con los compromisos políticos y la educación sexual a inhibir el placer, alguien como Ponç necesita recuperar los caminos del mundo precapitalista y preindustrial. Frente a la exigencia de normalidad, que representa la hipocresía del hombre alienado (adaptado a los intereses ajenos), la pintura de Ponç tiende a conservar la conciencia primigenia, radical y cruel de la alteridad y nos ayuda a ver correctamente que la realidad es conflictiva. La perspectiva del tiempo ha confirmado la importancia y la excepcionalidad de la obra de Ponç, así como la intensidad de su voz y la necesidad de redescubrirla.