Biografia
Hijo de un pequeño fabricante, Nonell logró liberarse des de muy joven de las obligaciones del negocio familiar para dedicarse a la pintura. Con doce años entró en la Academia de dibujo de Josep Mirabent, y posteriormente en la escuela de pintura de Gabriel Martínez Altés. En 1889 se apuntó a las clases particulares de Lluís Graner, artista muy en boga en aquellos años por sus obras efectistas y de temática social, que seguramente influyeron profundamente en el joven artista.
En 1893 Nonell emprendió una nueva etapa en su vida al entrar en la Escuela de la Llotja, donde coincidió con Ramon Canals, Juli Vallmitjana, Ramon Pichot y sus viejos amigos Joaquim Mir y Xavier Nogués. Descontentos por el academicismo de los cursos, estos artistas organizaban salidas al campo en las afueras de Barcelona, en búsqueda de paisajes incontaminados para pintar del natural. Fundaron el grupo denominado la «Colla del Safrà» («Pandilla del Azafrán»), así llamado por el color amarillento distintivo de sus pinturas. En aquella primera época, el paisaje y la captación de la luz eran los intereses principales de Nonell. De hecho, cuando en 1892 el artista empezó a exponer en la Sala Parés de Barcelona, la crítica calificó sus obras como impresionistas.
Además de los paisajes, Nonell demostró un fuerte interés por la figura humana, que más tarde desempeñaría un papel predominante en su pintura. En particular se interesaba por la gente de la calle, los más humildes, desfavorecidos o marginados de la sociedad. Sus caricaturas, publicadas en el periódico La Vanguardia, donde colaboraba, no querían ridiculizar, sino al contrario, denunciar las condiciones de pobreza en la ciudad. El interés por la figura humana alcanzó el nivel más alto después de su estancia en Caldes de Boí, a donde el artista viajó el verano de 1896, con Ricard Canals y Juli Vallmitjana. Allí quedó profundamente impresionado por las malformaciones de numerosos habitantes de esa comunidad aislada en las montañas de los Pirineos, donde la endogamia aún estaba muy extendida, y comenzó la muy conocida serie de dibujos sobre los cretinos.
Entre los años 1897 y 1900, Nonell realizó dos largas estancias en París para conocer la pintura más moderna, de la que apreciaba sobre todo las obras de Puvis de Chavannes, Whistler y los impresionistas. Presentó varios dibujos en el Salón del Champ de Mars, participó en la XV Exposición de Pintores Impresionistas y Simbolistas, y expuso en varias galerías de la capital francesa. El abandono del paisaje continuó de manera progresiva, y sus obras se centraron entonces casi exclusivamente en las figuras, además de unos pocos bodegones.
Cuando al principio del nuevo siglo el artista volvió definitivamente a Barcelona, su interés se dirijo a los retratos de gitanas, la serie que lo hizo más famoso, aunque la primera exposición en 1903 en la Sala Parés fue muy mal acogida por la franja más conservadora de la crítica y del público . Caracterizadas por pequeñas pinceladas vermiculares, entre 1901 y 1906 prevalecían en su obra los colores oscuros, verdosos y rojizos, mientras que a partir de 1907 se dedicó a una nueva visión de la mujer con tonos más suaves. Durante aquellos años el artista siguió enviando obras a los salones del Champ de Mars de París y exponiendo también en el Ateneo Barcelonés y las Galerías Dalmau de Barcelona.
En 1911 Nonell murió prematuramente, a la edad de 38 años, víctima del tifus. Figura principal del posmodernismo catalán, el pintor aportó una importante renovación estética al arte del país y un testimonio fiel de una etapa de crisis de la vida catalana.