“Hay tres poses fundamentales de la figura humana. Uno está de pie. El otro está sentado, y el tercero está acostado... De las tres poses, la figura reclinada da la mayor libertad, compositiva y espacialmente”.
Biografia
Henry Moore (Castleford, Yorkshire, 1898 - Much Hadham, Hertfordshire, 1986) fue un escultor británico conocido por sus esculturas monumentales semiabstractas, generalmente abstracciones de la figura humana. Las obras de Moore suelen sugerir el cuerpo femenino, y sus formas alternan espacios perforados o huecos con la percepción de profundidad y plenitud.
Nació en el seno de una familia minera de 10, y desde temprana edad mostró un talento inusual para las artes y un interés por la escultura antigua, pero se vio obligado a trabajar como profesor, abandonando temporalmente su vocación artística. Después del armisticio de la Segunda Guerra Mundial, Moore volvió a la escuela, como estudiante en la Escuela de Arte de Leeds. Posteriormente, estudió en el Royal College of Art de Londres, ciudad en la que pudo conocer de cerca las colecciones de arte primitivo y etnográfico del Museo Británico. Se apasionó particularmente por la escultura primitiva egipcia, mexicana y africana.
Harto del estilo victoriano que se impartía en la escuela, el artista mostró interés por escultores modernos como Constantin Brancusi, Jacob Epstein y Henri Gaudier-Brzeska. En 1925 ganó una beca para viajar durante seis meses y optó por pasar casi todo el tiempo en París, la capital del arte moderno, donde descubrió el precolombino Chac Mool, una escultura con función de altar, que se convertiría en un tema recurrente en su producción.
Moore también pasó varios meses en Italia, particularmente en Florencia, estudiando a Giotto, Masaccio y Miguel Ángel. En 1928 recibe su primer encargo público, West Wind, para la estación central del metro de Londres en el 55 de Broadway, en la que se fusionan la influencia de Miguel Ángel y el Chac Mool. Paralelamente a su trabajo como artista, continuó dando clases en el Royal College of Art y entabló relaciones con los miembros de Seven and Five Society, desarrollando un arte cada vez más abstracto y cercano a artistas progresistas como Picasso, Braque o Giacometti, acercándose también al surrealismo.
En 1938 conoció por primera vez a Kenneth Clark, quien estuvo durante la Segunda Guerra Mundial a cargo del Comité Asesor de Artistas de Guerra (WAAC) y adquiriría del artista dibujos conmovedores que representaban a personas escondidas en el metro para escapar de las bombas y mineros trabajando en Yorkshire, como su padre.
Gracias al apoyo de Clark, la fama internacional de Moore creció y llegó a Estados Unidos, donde presentó su obra en el Museo Metropolitano de Arte Moderno en 1946. Tanto en América como en Europa creó importantes y reconocibles esculturas públicas, destacando la Figura reclinada para la UNESCO en París. Sus exposiciones y encargos aumentaron, confirmando una fama consolidada que fue coronada por el propio artista con la creación de la Fundación Henry Moore en Perry Green, donde residía desde hacía muchos años. Al final de su carrera, Moore era el artista vivo más exitoso del mundo en una subasta.