28 nov. 2022 | Juan Bufill | La Vanguardia
Las tres últimas semanas de otoño son un buen momento para visitar exposiciones en galerías, pues cada año se suelen concentrar en estas fechas muestras individuales brillantes y alguna colectiva espléndida. En Barcelona, el recorrido podría empezar por la nueva edición de DelicARTessen , inaugurada el pasado viernes en la amplia galería Esther Montoriol.
Se exponen 300 obras en pequeño y mediano formato de 89 artistas actuales que trabajan con distintos medios –de la pintura y la escultura al vídeo– y que representan visiones, personalidades y estilos muy diversos. También este año DelicARTessen es un regalo para los ojos, una fiesta visual donde se expresan muy distintas subjetividades que, por mera suma y por buena selección, configuran con imágenes y formas el espíritu de nuestra época, al menos el que predomina en los ambientes artísticos. Y es un espíritu libertario o liberal, divertido y moderno a pesar de tantos lastres reaccionarios y de tanta tontería digital.
‘DelicARTessen’ muestra el espíritu de la época, divertido y moderno pese a tanta tontería digital
Sin cambiar de barrio, en la zona oriental de l’Eixample podemos descubrir en Artur Ramon Espai d’Art la sugestiva obra fotográfica de Jordi Ortiz (hasta el 22 de diciembre). Sus imágenes en blanco y negro de olas, nubes, bosques y rocas, de aspecto quizá romántico con tendencia al misterio y a lo sublime, las ha tomado sin salir de Barcelona, entre 2016 y 2018. El soporte en pan de oro les otorga un aura mineral, irreal. Sus fotografías dialogan en Artur Ramon con obras antiguas que representan santos. A partir del 30 noviembre, se podrá visitar la muestra de Blanca Casas Brullet en la galería Rocío Santa Cruz.
En la zona central de Consell de Cent, Mayoral se abre al arte conceptual y a las estéticas pop y neopop con una exposición de Eulàlia Grau y con una colectiva de pintura realizada por artistas jóvenes que incluye obras de Adriana Oliver. En la Sala Dalmau, Juan de Andrés –reciente Premio Figari, el galardón más importante que se otorga en su país de origen, Uruguay– expone sus pinturas constructivas. Con su calidez y su sabio equilibrio de armonías, aperturas y contrapuntos, podrían servir como modelos inspiradores para arquitectos que aspiren a componer espacios que fomenten la serenidad.
En el eje de la calle Enric Granados son recomendables dos muestras de buena pintura: la selección de Antoni Clavé que expone Jordi Pascual y la obra reciente del artista chileno y residente en Catalunya Victor Silva, que es lírica, genuina y tan singular como el espacio Casa Rius donde se expone, en la zona central de una manzana, con las pinturas y las fotografías iluminadas con luz natural por una claraboya. Cerca de ahí, Marlborough expone esculturas recientes de David Rodríguez Caballero. Y, en El Quadern Robat, Toni Giró presenta sus dibujos de coches en llamas y situaciones límite, entre el rechazo y la fascinación. Giró expone también en Can Manyé (Alella), bajo el título L’Obsolet Absolut .
También en la zona central del Eixample, en el pasaje Mercader, Peter Piller acaba de inaugurar en ProjecteSD y hasta final de noviembre se pueden visitar las exposiciones de Vera Chaves en Zielinsky y de Cardona Torrandell en Marc Domènech.
Una de las mejores exposiciones es la que presenta Sabine Finkenauer en la galería Alegría, en L’Hospitalet, muy cerca de Barcelona, hasta el 23 de diciembre. Igualmente recomendables son la exposición de David Jiménez en la Biblioteca Agustí Centelles (una instalación fotográfica y sonora, hasta el 9 de diciembre), las dos de Neus Martín Royo en Poblenou, en el Centre Cívic Can Felipa –con excelente iluminación natural– y en la sede Oliva Artés del Muhba y, finalmente, la muestra retrospectiva de Brigitte Szenczi y Juan Antonio Mañas en el Centre Jujol-Can Negre, de Sant Joan Despi (hasta el 11 de diciembre). La extraordinaria arquitectura de Jujol ha sido transfigurada por esta pareja de artistas mediante una intervención en la fachada que es un homenaje a Lewis Carroll y a su Alicia creciente y prisionera en una casa.